viernes, mayo 02, 2008

Los Ojos De Papá

Yo vivia en una casa humilde, pobre, toda mi infancia la pase feliz, dentro de mi burbuja de cristal. Pero sabia que algo no estaba bien. No me daba cuenta, era normal para mi y se estaba haciendo costumbre.
Seguida la adolescencia ya no me gustaba lo que sucedia dentro de las paredes de mi casa, me daba cuenta que no era normal, no queria, no me gustaba. Los de mi misma edad no hacian esas cosas en sus casas. Me empezaba a trabajar la cabeza, y eso no les convenia, sabian que estaba mal.
Recuerdo estar durmiendo y en medio de la oscuridad de mi cuarto, a la madrugada. Sentir el ruido de la puerta abrirse despacio, y en ese moento, sentia como el pecho me crujia.Sentia como si se rompiera mi corazon como si estuvieran apretando una flor marchita hasta deshacer sus petalos. Y ahi comenzaba la mano a recorrer una de mis piernas mientras escuchaba el aliento cansado y alterado a la vez.. Mientras la mano subia mas y mas hacia mi muslo, se me ahogaba de a poco el alma. Cada beso que me daba era fuego para mis labios, me quemaban... me ardian. Cuano la mano llegaba a mi sexo una lagrima corria por cada una de mis mejillas. Pero el me decia que era su bebota, que no debia llorar... que papá me amaba. Que no lo mirara a la cara, que todo seria rapido. que seria un secreto entre papá y su nena. Entonces me tomaba de las manos, y me lastimaba. Mucho me lastimaba... me dolia... me sangraba. Yo no queria, era debil, no podia contrariarlo. Sabia que no era normal, que no estaba bien, pero mis pensamientos se confundiamn. No podia superar los momentos. Sentia mareos, ganas de llorar, ganas de gritar, pero todo se terminaba en pocos minutos y volvia a la realidad. Cuando se marchaba y quedaba sola en mi cama con mis inocentes sabanas blancas manchadas con el rojo de la imprudencia quebrada, como de costumbre, mis nocturnos llantos. Llantos puros, llantos de martilizacion. Y al otro dia, nadie sabia nada, nadie sospechaba nada, pero todos se miraban en silencio. Ni una palabra corria. Mi mama, no se, quiza tenia miedo, quiza no le importaba. Ella estaba siempre mas alla del bien y del mal en la cuestion. Tal vez no sabia, tal vez lo ocultaba para si misma, para no reconocer que se desvanecio hace tiempo su utopia de la familia perfecta y feliz. Creo que era eso, no queria darse cuenta que su sueño se lo llevo el viento haciendolo desaparecer.
Mi padre murio, ya era bastante viejo. No lo llore, juto que no lo llore.
Fue por eso que mi mama me miraba con unos ojos rabiosos, penetrables, pero sin palabra alguna. No me asombraba que sea asi conmigo, cuando intentaba decirle que pasaba cuando ella no estaba, me decia que era lunatica, que deje de mentir, porq le hacia eso a ella, que no se lo merecia porq me pario, porq era mi madre. Mientras me agarraba fuerte del pelo y me llevaba al baño, me encerraba, me decia que piense lo que decia. Me presionaba... no entendia o no queria entender. escuchaba su llanto tras la puerta, su llanto de resignacion, ella debia pensar que seria su culpa. Yo la necesite en todo momento, queria su apoyo, su ayuda, su comprenciopn y tal vez de su cariño.
Al morir mi papa caimos los tres en una miseria indescriptible, mi mama lloraba todas las noches, y durante el dia, se encerraba en su cuarto para sollozar en silencio para que no la veamos ni mi hermano ni yo. Ella siempre tuvo una postura fuerte, de mujer ruda. El unico cariño que recibi de mi familia era de mi hermano, lo amo, lo adoro. Muchas veces preferia que me dañe a mi y no a el.
Recuerdo estar en mi habitacion, fui a buscar jugo a la cocina. Escuche que hablaban mi hermano y mi papá, entonces me escondi detras de la puerta. Mi hermano lloraba, tenia los pantalones bajos y las manos apoyadas contra la pared y mi papa decia cosas en el oido por su espalda mientras tocaba su cola. Crei que tal vez estaba enseñandole algo en una charla de hombres y volvi a mi cuarto ago intrigada por lo que vi. Y ahora que razono sobre la situacion, me doy cuenta que estube frente a tal aberracion entre otras.
Cuando estuvimos peor economicamente, que antes de que muera mi papa, mi madre empezo a tener fuertes discuciones copn mi hermano, para todo esto yo tenia algo de 17 años y el unos 20. El se fue una mañana de abril de casa. Me dejo sobre la cama una cadenita de la virgen, me parecio extraño verla ahi sobre mi almohada. Corri a la cocina a buscarlo y agradecerle. No lo encontre.
Espere hasta las ocho de la noche, cuando debia volver del trabajo. Pasaron las ocho y media... las nueve... Jamas volvio. Me quede dormida sobre la mesa, me desperto un golpe de mi mama con su sucharon sobre mi nuca, "levantate, dale, no lo busques al adorado de tu hermano, se fue, huyo, nos abandono, tanto que te queria te abandono, viste? Asi son los hombres querida", me dijo en tono despectivo. En un tono que ya era normal en ella y que llegaba hasta el fondo del alma dando como pinchazos que dejaban correr gotitas de sangre.
Ddesde ese tiempo en adelante, no recuerdo muchas cosas, como que mi mente borro mis pensamientos y sentimientos. Tal vez ya no los tenia, o si los tenia pero eran tan espesos que es mejor no recordarlos.
Soledad, angustia, desolacion. Me sentia sola, estaba sola, y la miseria y el hambre eran tanta. Era mucha, muchisima. Mi madre no trabajaba, vivia postrada en su cama. Habia adelgazado varios kilos y sus ojeras delataban una angustia que arraso con tiempos felices del pasado.
Pese a esto, solo una vez intente suicidarme. Me acuerdo que eran algo de las seis de la mañana, Todavia no habia amanecido porq el mes de julio. Afuera llovia, veia caer las pesadas gotas por la ventana de mi habitacion y los truenos retumbaban en la penumbra. Al mirar a la ventana imaginaba ser un pájaro, que vuela alto, muy alto, volar con el viento rozandome la cara, simplemente volar hacia otro lugar. Mire las tijeras que estaban en la mesa contigua al placard. Me levante despacio. No sentia mis pies. Estaba en un ambito de paz total, solo la oscuridad, mis tijeras y yo.
Agarre las tijeras, apoye el filo sobre el interior de mi antebrazo, suspire ceerre los ojos, tome airemientras miraba hacia arriba. Una lagrima caia como preguntandose... porque?
Al volver la vista hacia abajo, note mi sangre caer de a gotitas diminutas que pasaron a ser gotas pesadas en tan solo cuestion de segundos. Deje las tijeras donde estaban. Volvi a mi cama y me dormi. Habran pasado, no se, tres años tal vez.
A los 20 me fui de casa. Sabia que dejaba a mi mama sola pero tenia que hacer algo conmigo. Ela ya ni comia. Estaba muerta, muerta en vida. Solo me fui dejandola morir en tranquilidad, sabia que no iba a durar mucho tiempo viva.
No fue facil. La vida en la calle, no me fue facil. Lo unico que lleve conmigo era la cadenita que me habia regalado mi hermano y un par de mudas de ropa dentro de un bolso. Ese dia camine como nunca. No estaba muy segura de lo que hacia, pero sabia muy adentro mio que de algo serviria. No tenia donde ir, ni tampoco disponia de dinero. Ya era tarde, era de noche, el frio me carcomia los huesos, el hambre se quejaba desde mi estomago, la angustia... ¿como explicar la angustia? si uno la lleva muy adentro, y no se puede explulsar muy facilmente. Te preciona el pecho como queriendote asesinar. Te preciona copmo para que no respires, pero lo peor es que si se repira, y se esta vivo, sintiendola. Sintiendo como ella, tan infame, carboniza despacio el corazon y ahorca el alma.
Pasaban autos, paraban, levantaban, seguian.
Ellas, parecian sirenas brillando con una luz tenue en la mitad de la noche. Sirenas que en vez de seducir hombres con su voz lo hacian con su puerpo al descubierto. Su cuerpo liberal. Pensaba mucho antes de tomar cualquier decision. Tenia miedo a equivocarme.
Paro un auto frente a mi, me miro y me insinuo con un gesto de dinero. Estaba algo confundia. Acepte copn una sonrisa, subi entonces al auto y arranco.."Vos no pareces putita eh" me dijo mirandome. Yo no le contestaba. Paramos en un telo, no era el gran lujo. Nunca habia estado en uno. Pidio habitacion. Ni la cara recuerdo de ese hombre, solo que era alto, y morocho, y tenia acento medio raro..
Subimos con la llave de la habitacion, abrimos la puerta, y entramos. Yo no estaba nerviosa, a eso lo notaba raro en mi. Me sente en la ama mientras que el se servia champagna. Nesecitaba el dinero despues de todo. Ademas, despues de os duros golpes que la vida me habia regalado de prepo, ya me sentia una mujer dura.
Se me acercaba de a poco hasta llegar con sus labios a mi boca, nos recostamos mientras nos besabamos. Su mano comenzo a recorrerme la pierna, subiendo a mi muslo, y su respiracion exitada era igual a la que senti muchas veces en mi habitacion. Y yo no queria, y recordaba, y el seguia, y me tocaba y llego un momento que no queria, que me queria ir, que no soportaba mas. Pero el seguia tocandome, no le daba importancia a lo que decia. Quiza creyo que era un juego. Para mi no lo era. La desesperacion me invadia desde lo mas profundo de mi escencia, el solo queria mi sexo. Queria escapar de ahi. Empece a gritar cada vez mas fuerte hasta que me pego una cachetada. Ahi me acuerdo que me tranquilice, bastante me tranquilice. Me pregunto si era mi primar laburo, a o cual asisti con la cabeza. Me decia que me tranquilizara mientras seguia tocandome. Cuando comenzo a besar mi cuerpo entero, recordaba con asco cuando mi papa me enseñaba las partes de la "nena". Las partes que el me decia que eran de papa y nadie mas, dandome besos, asquerosos besos que nunca pude arrancar de mi conciencia, besos que me ensuciaron para toda la vida.
No me daba cuenta en ese momento con siete u ocho años no podia saber que estaba haciendo conmigo y mas si era mi papá. Para mi era un juego como el me lo pintaba, como un juego. Decia que me daba besos porque me queria mucho, porque era su nena, y que esos besos eran mas lindos porque me daban cosquillitas entonces abria mis piernas y se hundia a hacer esas inmundicias. Mientras que yo confundida lo miraba sin saber que era un hijo de puta. No podia ver como ese hombre hacia lo mismo. Veia la cara de mi papa en el, veia esa habitacion donde nos encontrabamos, transformada en mis oscuras fantasias, en mi cuarto.Pero ya no era debil. Ya no podia callar. Podia impedir lo que no me gustase y senti fuerzass dentro mio. No pude controlarla.
Rodie su cuello con mis dedos, presione muy fuerte bajo su barbilla, escuchaba sus arcadas, sus manos rasguñaban las mias intentando hacer que yo las afloje pero no las aflojaba. Hasta que logro debilitarlas, liberandose. Segia viendo en el la figura de mi padre, por momentos antes de violarme, en otros momentos despues. Pero siempre veia a en ese hombre a mi padre.
Mientras se recuperaba, recuerdo que me miraba. Su nariz sangraba, de los nervios quizas. Me puteaba cada dos palabras. Estaba arrinconado contra la puerta asustado. Senti poder ante el, pero creo que senti poder sobre los descarrios que mi papa cometia conmigo. ¿Como no sentir sed de venganza cuando se tiene las herramientas? A lo mejor, no se, me sentiria realizada. No lo sabia. Tenia que probarlo. Ya habia perdido mucho en mi vida, tenia q arriesgarme a vengar los fantasmas de mi mente, esos que me persiguen hasta lo mas profundo de los suburbios de mi mente y mi corazon. Sentimientos y pensamientos, asi, fundidos en una sola sensacion.
¿Y si salia mal? No me imortaba, ya estaba perdida, como ahora. ¿ acasop le importa a alguien lo que me pasa?. ¿Alguien sabe quien soy realmente?. ¿ Quien quiere saberlo? Mientras el estaba acorralado por su propia cuenta contra la puerta, agarrandose la cara por la sangre que caia de su nariz, agarre el velador que estaba pegadodonde yo estaba sentada, con el corpiño medio bajo, algo despeinada, y mis pantalones desabrochados, con pulso decidido y en tan solo un segundo, le golpee la cabeza con el objeto. El desato un grito de dolor y desesperacion, el otro golpe se lo di en la nuca, provocandole un corte del cual broto sangre que salpico mis manos y cara. Vi sus ojos, los de mi papa cuando me miraba y me decia que yo era su nena. Segui golpeandolo en la cabeza hasta que se rompio el velador quebrandose al medio. Cuando me detuve a observarlo, un charco de sangre que surgia desde el centro de su cara apoyada en el piso delataba su muerte. Tire los pedazos de velador a un costado, que por cierto me proporcionaron varios tajos en las manos, saque del interior de su ropa la billetera. Tome un par de billetes de cien, era mas de lo que debia pagarme esa noche...

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